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HOMENAJE A LA LEGIÓN. Ronda

  • Por Paco Mateos
  • 21 mar 2015
  • 2 Min. de lectura

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Crónica:

Sábado 21 de marzo no era un día cualquiera, era el día, el despertador sonó temprano pero eso era lo de menos, recogí al compañero Curro, desayunamos y para Ronda pues los ciclistas salían una hora antes.

Ya en Ronda nos separamos, me prepare todo, mochila, dorsal y chip, camino para salida, en ella me vi inmerso en una ola enorme de corredores, faltaban unos quince minutos para tomar la salida, estaba tranquilo como siempre en este tipo de situaciones y a pesar de la fina lluvia que nos acompaña en la salida.

Empieza la carrera, empiezo a rebasar a mucha gente. Ya tomo contacto con el barro, solo era el aperitivo de lo que venía, primer avituallamiento, ahora si que estaba metido en el barro, agua, barro en terreno de descenso, lo cual lo hacía divertido y peligroso a la vez, yo iba con un exceso de prudencia, caída sin consecuencias físicas, dejamos el barro pase por diferentes poblaciones, parajes preciosos pese a la lluvia que me dejaron gozar de todo su belleza, seguí avanzando cada vez me encontré mejor en carrera pues estaba ante un reto desconocido, pase unas cuantas subidas, bajadas un poco peligrosas por el agua, seguí avanzando llegó el momento que sabia que llegaría donde la cabeza decía hasta aquí llegaste tenia sus razones, empezaba a notar frio por las piernas, sabia que eso no era bueno, llevaba muchos kilómetros de solo subidas las cuales iba caminando todo lo rápido que podía, llegue a un avituallamiento km 35, algo de charla me fue bien la verdad, que el terreno empezó a estar favorable empecé a correr se me paso en un momento ese bache, ya estaba en el umbral de los 40 kms las sensaciones eran muy buenas seguí corriendo disfrutando con una sonrisa dibujada en la cara, en este pequeño tramo nos dejo el barro, todavía me guardaba la carrera una sorpresa para los últimos kilómetros, barro, agua por encima de los tobillos, además con un descenso pronunciado técnico, pero tire para abajo sin pensarlo a tumba abierta, disfrute ese tramo de unos cuatro km como un niño, pisando por donde había mas agua y barro, me miraban compañeros de fatiga incrédulos, del loco que pasaba a su lado, pero con la sonrisa en la cara de saber que si era capaz de conseguir el reto, directo a la meta.

Fdo. Francisco Mateos Armida

Fotos: https://picasaweb.google.com/104194958167367801565/XIHomenaje101Legion2015


 
 
 

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